miércoles, 15 de febrero de 2017

Erecciones (pocas) y eyaculaciones (menos), con el permiso de Bukowski (Charles) (VIII).

 
Casi todos los políticos actuales, esos que dedican su vida a joder la de los demás, dicen y repiten constantemente una frase que reza “… como no puede ser de otra manera” para así justificar sus actuaciones injustificables.

Detesto profundamente esa frase, entre otras cosas porque es falsa, tan falsa como los políticos que le mentan, porque las cosas son o deberían ser como nosotros queremos, y no son lo que son porque no pueden ser de otra manera.

Estoy escribiendo esta breve eyaculación y me informa vía guatsap la quiosquera de la Plaça de Sarriá de Barcelona (no, corrijo, de Sarriá simplemente) que Xavi ha fallecido.
Xavi era un (ex)drogadicto de mi pueblo, Sarriá, que no es un pueblo pero que huele y sabe como un pueblo, que intentaba, con bastante acierto, rehabilitarse paseando perros ajenos que trataba como propios para ganarse unas perras.
Sólo me atrevo a escribir y decir , ahora mismo, que descanse en paz en su nueva vida, porque aquí ya sufrió en exceso.

Mientras tanto, nosotros seguiremos con la cantinela de “… como no puede ser de otra manera”.

Chao, Xavi, y cuídate mucho mientras paseas perritas y perritos celestes para ganarte unas pesetillas y poder comprarte pastitas de cabello de ángel.

domingo, 12 de febrero de 2017

Erecciones (pocas) y eyaculaciones (menos), con el permiso de Bukowski (Charles) (VII).


Hoy no conseguí conciliar el descanso en la siesta y acabé pensando en mis últimos análisis médicos. Creo que le llaman analítica, para confundir, ya que sería más fácil llamarle análisis de sangre. Pero a los médicos les gusta que nadie les entienda y así creen que se hacen los interesantes. Por eso no hablan con los pacientes.

Y llego a la conclusión de que no consigo madurar a mis sesenta y dos años, cumplidos el pasado noviembre. ¿Lo lograré algún día? Me temo que ya no.

Tengo las transaminasas, ahora denominadas Gamas GT o algo parecido para demostrar que la investigación prospera y nosotros los humanos cada día somos más tontos e ignorantes ante la prepotente clase médica, subidas a la Torre de Pisa, en todo lo alto y en todo lo torcido o inclinado que ello representa para mi salud, tengo artrosis en mis dos rodillas, en el hombro derecho, que me jode bastante para dormir apoyado de derechas, y también en mi pulgar izquierdo (izquierdo por compensar a la derecha que se hace más evidente con el conservadurismo creciente propio de la edad y que yo intento evitar), he echado una tripa cervecera considerable,… ¡pero no consigo tener colesterol!.

Y eso es una evidencia y un signo claro de mi falta de madurez.

miércoles, 8 de febrero de 2017

Erecciones (pocas) y eyaculaciones (menos), con el permiso de Bukowsky (Charles) (VI).


En los últimos días me he cruzado diversos mensajes y escritos con mi amigo Pedro L.O. sobre la democracia que nos está tocando vivir en estos convulsos años en el mundo en general, en España en particular y en Catalunya con especial profundidad e incidencia (hoy mismo empieza el Juicio, político evidentemente, contra tres exrepresentantes de los ciudadanos de Catalunya, entre ellos el propio President, por poner unas urnas para conocer la opinión de sus conciudadanos).

Nos hemos cruzado escritos y reflexiones dos desengañados de la democracia, de los políticos y de la Política, del sistema en su globalidad sin que ello signifique que seamos antisistema (aunque sobre eso reflexionare otro día, porque no sé yo si…),… y afortunadamente siempre surge alguna idea que creo merece la pena entretenerse un poco en ella.

Concluíamos Pedro y yo mismo que nuestra actual democracia consiste fundamentalmente en ir a votar cada cuatro años, votación que sirve para que un Partido u otro, o la suma de varios partidos, hagan lo que les de la gana una vez concluidas las elecciones, porque todos sabemos que las propuestas que plantean durante la campaña no se cumplen nunca ni sirven siquiera como referencia para su gobierno de la res pública.
Y decíamos, sobre todo Pedro, que votamos aquello que nos permiten, y no nos dan otra opción de voto salvo la ausencia de voto, o sea, la inasistencia a las urnas, o el voto en blanco, que es un engaño monstruoso porque esos votos se suman a los de los ausentes geográficamente, los enfermos, los mal censados,….

Es en este punto donde me permito esta reflexión: ¿qué tal si se instaurase el Voto Auténtico de Castigo (VAT, para los amantes de las siglas), que no es el voto en blanco ni la ausencia de voto, sino una lista de personas o partidos que queremos expresamente que no nos gobiernen?
Como se instrumenta este tema ya es otro aspecto (¿listar los 25 primeros nombres de las anteriores listas de todos los partidos que concurrieron a las elecciones?, ¿listar todos los nombres de todos los políticos que aspiraban a ser diputados?, ¿listar sólo a los diputados del último Parlamento, incluidos los miembros del Gobierno y sus Directores Generales y Subsecretarios?, ¿no citar a ninguno y dejar que los ciudadanos elaboren su lista de vetados?, ¿vetar exclusivamente a Partidos políticos concretos?,…) que habría que pensar con detenimiento, pero el objetivo radicaría en que cada ciudadano pueda expresarse libremente sobre qué partidos y qué individuos no desea que puedan optar a gobernar nuestras vidas y nuestro futuro.

Mientras escribo estas líneas celebro en mi intimidad haber bautizado esta serie de escritos como “Erecciones y Eyaculaciones”, porque es muy posible que esta idea del VAT no sea más que una erección al estilo de las “tremperas matineras” (todos los catalanes sabemos desde jovencitos que esas erecciones no son tremperas verdaderas sino tremperas de pixera) y una eyaculación precoz y fuera de lugar.

Pero ahí queda escrito por si alguien quiere seguir con su propia erección y sus consecuencias siguientes.

sábado, 4 de febrero de 2017

Ordenando algunas de mis ideas (porque ahora ya es el momento de hacerlo sin dilaciones ni disgregaciones).

 
Ante la enorme profusión de noticias, comentarios, artículos de opinión, pareceres, sentencias,… con las que nos bombardean día sí y día también los mass-media y personajes públicos de diversas procedencias sobre el Referéndum de Catalunya, y ante el juicio contra el exPresident Mas, la exVicepresidenta Ortega, y la exConsellera Rigau, que comienza este próximo 6 de febrero, por diversas causas de claro signo político (que no delictivo), quiero poner orden en mi cabeza porque tengo la sensación de que en ocasiones “me bailan” las ideas.
Y para ello voy a seguir dos consejos que me parecen oportunos para el objetivo que persigo: brevedad y sencillez.
Brevedad porque las cosas no precisan de excesiva oratoria ni de complejos mecanismos intelectuales para ser comprendidas con claridad meridiana, porque las cosas son más fáciles de lo que normalmente pensamos.
Y sencillez por exactamente los mismos motivos y argumentos que acabo de citar en la líneas anteriores.
Un Referéndum no es más que una consulta a la ciudadanía sobre un tema o aspecto concreto. Simple y llanamente es eso. ¿Estamos de acuerdo? Creo que es acertado y sencillo decir que sí, que así es.
Entonces, ¿qué delito cometen los que convocan un referéndum para conocer la opinión de la ciudadanía sobre el tema que sea?
Ninguno, breve y sencillamente, ninguno.

¿Dónde está el problema entonces?
Creo que el Gobierno o los gobernantes que temen una consulta no tienen miedo, en realidad, a la pregunta, que es el Referéndum, sino a la respuesta del mismo, porque si la respuesta no conviene a sus intereses o creencias les genera un problema.
Pero a ellos. Sólo a ellos. No a la ciudadanía consultada.
Y si la respuesta es, como decimos, contraria a su pensamiento o forma de concebir la sociedad, mi pregunta es también breve y sencilla, por coherencia con mi planteamiento inicial: ¿se puede mantener algo, lo que sea, desde la imposición?
¿Se puede mantener desde la imposición un matrimonio, una familia, la amistad, una sociedad mercantil o de intereses económicos, una asociación que nace y existe para buscar unos objetivos comunes,…?
Evidentemente, no.
Lo que ocurre es, simplemente, que se deshace el matrimonio (divorcio), la familia (separación física y  psíquica), la amistad (alejamiento y distanciamiento de los amigos), la sociedad mercantil (cierre legal de la actividad), la asociación (idem. anterior),… y se construye otra cosa (nueva pareja, nueva familia, nuevos amigos, nuevas sociedades económicas, nuevas asociaciones,…) que sí es deseada mayoritariamente por aquellos que han manifestado previamente su opinión.
Es posible que yo sea muy simple y muy sencillo y muy breve (bueno, eso último no, aunque me esfuerzo), pero yo así lo veo.
Así de fácil. Pero claro, yo sólo busco utilizar el sentido común y usar los mecanismos que nos proporciona la democracia para conocer la opinión de las personas. Yo no tengo otros intereses, y creo que los gobernantes sí los tienes, y sus intereses me temo que nada tienen que ver con la opinión de los ciudadanos, y sí y mucho con los suyos personales y los de su Organización.
Creo que ya he ordenado mis ideas, o por lo menos, algunas.