jueves, 28 de julio de 2016

Un pensamiento despistado.


Ayer, mientras caía la tarde, estaba en mi pequeña huerta en las montañas de la Cerdanya, en el Alto Pirineo de la Catalunya Nord, y mientras veía discurrir el agua del riego por los canales entre las diversas plantaciones, ¿podrían ser meandros de huerta?, no se si tuve una añoranza del Mediterráneo en el que nací y me crié, Maresme querido, Cabrils añorado, o fue simplemente eso, un pensamiento despistado.

Pensé, mientras contemplaba la lenta circulación del agua de la manguera que la recoge de los deshielos de las montañas nevadas del invierno y de los aguaceros que aquí son frecuentes al llegar el atardecer, que el prestigio del pescado azul de la mar se debe en gran parte al atún rojo.

¡Pescado azul que se valora por el rojo de su atún!

Y me acordé, con cierta tristeza, del plata escamoso y brillante de las sardinas, que salpican la mar con sus bandadas disciplinadas, y que hasta cuando se cocinan en la brasa en los veranos de amores y sueños de adolescencia y de hijos después, sigue plateando y brillando para agradar a nuestros ojos, además de al paladar.

Esta clase de contrasentidos son los que conforman la vida.

Pescado azul, atún rojo, sardinas de plata.

Paco Riera.
Que no soy atún porque soy más sardina aunque mi plata ya oscurece porque son años los que llevo nadando, y en muchas ocasiones contracorriente.

lunes, 25 de julio de 2016

Píldora de la luna de los lunes.

 
Píldora de la luna de los lunes.
Cavilaciones, reflexiones e introspecciones.

Último lunes de julio.
La importancia de que sea el último radica en que el próximo lunes será 1 de agosto, y he decido que este año me lo tomo entero, todo enterito, de vacaciones.
Eso significa que no habrán más Píldoras… hasta el 5 de septiembre.

Agosto, en nuestra cultura, es el mes en el que cargamos de nuevo las pilas para en septiembre regresar y hacerlo todo: trabajar mucho, ganar más dinero que nunca, progresar profesionalmente, ir al gimnasio para conservar o mejorar la forma física, aprender el maldito inglés o mejorarlo porque cada vez lo tengo más oxidado, dejar de fumar, tomarme las cosas con más calma que me va a dar algo, adelgazar que se me ponen los kilitos en la barriga barrigota,…

Ok. Así es y, posiblemente así deba ser.
Yo quiero desearos un feliz y cómodo descanso veraniego, pero al mismo tiempo os remito una reflexión de Salim Ismail (India, 1965), Fundador y Director de la “Singularity University” de Sillicon Valley, que dice lo siguiente:

“A la gente le gusta más la comodidad que la felicidad, y es por ello que hay rezagados, gente que se queda atrás”.

Descansemos en agosto, carguemos pilas, pero de verdad, porque luego hay que volver al tajo, y con toda la fuerza del mundo para alcanzar los objetivos que perseguimos.

Feliz verano para todos!!!

lunes, 18 de julio de 2016

Píldora de la luna de los lunes.

 
Píldora de la luna de los lunes.
Cavilaciones, reflexiones e introspecciones.

Como que hoy empieza la canícula de este verano seré breve para no agotar, que bastante nos cansará la calor.
Pero no quiero dejar pasar la oportunidad de lanzar un mensaje a las señoras, señores y votantes del P.P. ahora que el GRAN CÍNICO de España pretende que en los primeros días de agosto sea investido de nuevo Presidente del Gobierno Corrupto de España.
Y también quiero recordar que hoy hace 80 años que se inició la Guerra Civil Española, que llevó al poder a un Dictador que aplastó la República escogida por el pueblo y arruinó todas las libertades individuales y colectivas de este país.

“La libertad es siempre la libertad de aquellos que piensan diferente de ti”.

Rosa Luxemburgo (Polonia, 1871 – Alemania, 1919)
Teórica marxista de origen judío.

Feliz canícula pata todos !!!

sábado, 16 de julio de 2016

Ladrón de sentimientos.

  
Ayer por la noche leía mientras mis párpados luchaban por mantener las persianas subidas, y entre las páginas de mi libro apareció la revelación que me ofreció luz a una zona oscura de mi mente, oscuridad que se prolongaba desde hace casi año y medio, y que sólo se atenuaba hacia grises menos dolientes por el propio paso del tiempo.

En ese momento de la aparición de la luz tengo la seguridad de que mis ojos estaban abiertos para disfrutar de la lectura; después ya no puedo asegurar si mis conclusiones fueron cuando permanecía despierto o bien mi cuerpo y mi mente se situaban ya en la  duermevela o en el dulce sueño de las primeras horas.

Ella se me apareció allí en mi cuarto, junto a mi cama, vestida sencillamente, sin casi maquillaje, con las uñas medianamente mordidas, en zapatillas y con una expresión en el rostro que era una mueca de desagrado como la que suele acompañar su vida, y que se delata en sus ojos caídos en las puntas contrarias a los lacrimales y el halo negruzco que los rodea de forma permanente, como señal inequívoca de una tristeza que adquirió el mismo día en que nació, puede que heredada de una madre anclada en el disgusto, en una frustración hundida en el pecho y en el vientre, en la desilusión y el desánimo permanente por una negatividad fundida en su corazón de mujer provinciana.

Yo me concentré en ella, en su aparición, con una media sonrisa flotando en mis labios, y de golpe apareció un pensamiento que mastiqué, y que me decía que durante nuestra relación yo había pretendido transformarla, copiando al artesano que trabaja la arcilla, para moldearla a mi manera, a mis gustos y deseos.

Quise hacerla extraordinaria. Quise que fuese divina.

Creí amarla y creí que me amaba.
Ella huía y yo buscaba, tal vez sin que ambos lo supiésemos.
La besé y la acaricié hasta devorarla. La contemplé en todas las ocasiones como a una mujer bellísima, la pensé cuando no la veía por la distancia siempre bellísima, la quise hacer bellísima, pero ayer caí en la cuenta de que no era más que un juego de mi mente, un ejercicio de concentración para conseguir lo que anhelaba.

La obsequié cada día de aquellos en los que podíamos vernos, le escribí las mejores palabras que soy capaz de dedicar a una mujer, la recibí con ramos de flores amarillas como la rosa mosqueta repartidas por todas las estancias de mi casa, hasta convertirla en  las profundidades de mi cerebro en un deseo estético, también carnal, pero sobre todo estético.

Y ayer, mientras ella permanecía en un silencio que presagiaba lluvia de reproches a los pies de mi cama, reproches que con toda seguridad merezco, se mostró en toda su vulgaridad y cobardía, en todo su contenido limitado y su continente escaso, se transformó de nuevo en lo que es y que yo no quise ver porque sin darme mucha cuenta quería transformarlo todo en mi vida, y a ella deseaba transformarla en lo que yo he amado toda mi vida, la mujer bonita, la belleza, la inteligencia, la bondad, la entrega, la alegría, la sonrisa, la generosidad,…

Creo que antes de que mi cerebro se adormeciese en una inconsciencia que no permite el recuerdo pensé que a pesar de todas mis equivocaciones, a pesar de que ella es lo que es y no lo que yo deseaba que fuese, la sigo queriendo, la sigo amando, pero con un agradecimiento sincero porque le robé la esencia de su ser durante un tiempo escaso pero intenso, y con la placidez que me provoca el saber que ella puede que no lo sepa nunca, porque jamás podré explicarle que la noche de ayer estaba de pie en mi habitación, junto a mi cama, en actitud adusta y seria, con el ceño fruncido, y yo supe que la perdí y no volverá nunca.

No podré robarle nada más porque llegó el fin, y a los ladrones de sentimientos eso siempre nos pasa factura.

miércoles, 13 de julio de 2016

Contraposiciones.

 
El mar ama porque cabalga, se desplaza, se encabrita y se calma, rompe en la orilla y cría en las profundidades, mientras la meseta se recrea en su propio ensimismamiento, en su melancolía agónica, en su llano hierático y estéril, en la estepa árida que se lamenta con gritos de viento.
Los habitantes del mar son alegría y entrega, besan y acarician, y los de la meseta son circunspectos y seriedad, viven en el viento que aja la piel y conviven con la soledad que consume el espíritu.
La tierra procura el carácter del silencio y la rigidez de los cuerpos, el anonimato y la parquedad de la expresión, y el mar moldea y crea la palabra y la gestualidad, el contorneo de los cuerpos y la sensualidad húmeda que busca el contacto.
Y así son los pueblos que nacen el llano y los que nacen en la mar.

martes, 12 de julio de 2016

Píldora de la luna de los lunes.

 
Píldora de la luna de los lunes.
Cavilaciones, reflexiones e introspecciones.

Llego tarde, porque hoy es martes y no lunes.
Ayer no edité mi Píldora porque dudé de si era oportuna, ya que hoy no va de frases imponentes, sino de una introspección muy personal.
Hoy he pensado que sí, que la publicaba, porque mis sentimientos son míos y son los que son y me gusta compartirlos con vosotros, porque se que sois la gente que me quiere.

Hace unos días, unas semanas creo, falleció el piloto Luis Salom en Montmeló.
Contaba poco más de veinte años, tal vez veinticinco.
Falleció mientras hacía lo que más le gustaba, correr en su moto de competición.

Leí después que su madre, en homenaje a su hijo, se rapó su melena de rizos, y compareció en el funeral de su hijo con la cabeza afeitada.

Me he preguntado muchas noches por qué hizo eso, y encontré la respuesta, también en la prensa, unos días después de que ella despidiese a su hijo.

Luis Salom, antes de empezar cada carrera de motos del Mundial de motociclismo de lo que denominan Moto 2, su categoría, acariciaba los rizos de su madre que le acompañaba siempre antes de que Luis iniciase la salida.
La madre de Luis Salom se cortó sus rizos para entrelazarlos en los dedos de su hijo fallecido, en una acción de una sensibilidad enorme y cargada de un dolor inmenso y desgarrador.


Yo siempre acariciaba el pelo rojo de mi mujer todas las noches, que era cuando la publicidad me permitía estar con ella, pero cuando falleció le habían realizado unas sesiones de quimioterapia o radioterapia, que sé yo, sesiones escasas porque los médicos vieron que su muerte no tenía solución, que era inminente, y no parecía el caso causarle más dolor, y se le cayó el pelo, y cuando murió no puede entrelazar mis dedos en su poderosa y fantástica cabellera.

Es ahora cuando muchas noches de largo insomnio me enmaraño en su divino pelo mientras mis ojos se adormecen en sus ojos verdes que me sonríen con la cadencia de las almas superiores que habitan el país de los ensueños.

domingo, 10 de julio de 2016

"Griottes" o cerezas ácidas.

 
Un pensamiento cereza mientras recolecto fugaz griottes en el cerezo de Maurice e Ivette y después se lo digo a una amiga del alma mía,  y hoy decido publicarlo (con su permiso, claro. Me refiero a coger las cerezas ácidas, no al permiso de la amiga a la que le comunico mi pensamiento cereza, sino al permiso de Maurice e Ivette.
Y ya se que es un pensamiento fugaz mientras recolecto cerezas, pero ahora me apetece decirlo al revés).

Creo que la sabiduría habita en el conocimiento y en el control de las emociones.
Y estoy intentando apostar por ello.

lunes, 4 de julio de 2016

Píldora de la luna de los lunes.

 
Píldora de la luna de los lunes.
Cavilaciones, reflexiones e introspecciones.

Ayer mantuve una conversación “guatsapera” con una persona, conversación que ha proseguido esta mañana.
Evidentemente no voy a explicar con quién hablé ni de qué tema hablamos, pero es bien cierto que me ha llevado a recordar la frase que os remito como Píldora de este primer lunes de julio.

“La primera obligación de un ser humano es ser feliz”.

Mario Moreno, “Cantinflas” (1911-1993).

Y yo me atrevo a añadir: “Y la segunda es hacer felices a los demás”.
Esta mi apostilla me lleva (hoy me dejo llevar, parece) a recordar algo curioso que aprendí en su día, y que deseo compartir con todos vosotros, mis amigos de la Píldora.

En la Constitución española de 1812, esa que la historia bautizó como “La Pepa”, se podía leer en algún artículo o en su preámbulo o vaya usted a saber dónde (ese detalle ya no lo recuerdo) que “la obligación de los gobernantes es hacer felices a los ciudadanos”.
Parece, no, mejor decir que es evidente, que en la actual Constitución, esa que es intocable para los señores y señoras del P.P., la de 1978, al legislador se le olvidó ese tema tan banal de la felicidad de los ciudadanos, ya que ese aspecto no se menciona.
Y parece también evidente que al actual gobierno en funciones, al anterior que lo era sin el funciones, y el que vendrá en unas semanas, no sólo no piensan en la felicidad de los ciudadanos en su conjunto, sino que sólo atienden a hacer felices (es decir, ricos) a unos cuantos, que son los suyos, que son las clases privilegiadas y que ellos quieren privilegiar más y más y más, aunque sea en detrimento del conjunto de la sociedad.

Afortunadamente, siempre podemos recurrir a lo que dicen algunos sabios, que es que todo vuelve a ser lo que antes era.
Es lo que técnicamente se denomina “progresión retrógrada”.

O también podemos recuperar aquello que dice que la felicidad depende de una sola persona, y esa persona es uno mismo.

Así pues, actuemos de forma un poco egoísta y busquemos nuestra propia felicidad.

Feliz semana a todos !!!