Cuando yo sea mayor, y me olvide de esta infancia que me
persigue desde que mi madre me dejaba solo en las escaleras del Colegio de El
Loreto con la Madre Ana y Sor Casilda, cuando deje atrás esta adolescencia que
hace que me enamore de mujeres de piel de melocotón, de porcelana y de cristal
que luego me abandonan, cuando consiga deshacerme de esta ilusión que me
fascina el alma con cualquier detalle que me ponga la piel de gallina, cuando
deje de llorar porque un niño de Etiopía que veo en la tele se muere de hambre,
cuando deje de vibrar porque una mariposa se enamora de un Elefante del África Central y este estornuda y da vida
a cientos de mariposas de colores, entonces, y sólo entonces, quiero ser
Domador de Pulgas y trabajar en un Circo y en otros lugares para enseñar las
habilidades de mis pulgas, y despetar la sonrisa de los niños y de los adultos
y de los ancianos.
Entonces será cuando piense que al fin he madurado, y con la
madurez podré intentar, aunque sea durante unos breves momentos, hacer feliz a
otras gentes que abrazan el pesimismo,
que la desgracia las abunda, o que la suerte les es esquiva.
Y lo haré con las destrezas de mis pulgas y yo en silencio,
en absoluto silencio, porque sólo hablarán mis manos y mi expresión, y
porque todo lo que tenía que
hablar ya está hablado, y como me dice una amiga las palabras no dichas son las
flores del silencio, y a mis pulgas les encanta las flores.
Y cuando acabe mi actuación me volveré fugitivo y esquivo,
porque los halagos que busqué en su día ya los recibí y de ellos me harté y
sacié, y ahora son exclusivos para mis artistas, que son las pulgas.
Y ellas recibirán los aplausos, aunque no se enterarán
porque son sordas, y por eso cuando una de ellas pica a alguien no oyen el
palmetazo de la palma de la mano del herido y siguen atacando y picando, porque
si lo oyesen huirían despavoridas.
Mi plan ya está elaborado y tiene varias fases para la
puesta en marcha:
Fase 1. Decidir el sexo y el nombre de las pulgas.
Está ya concluida.
Decidí que las pulgas serían pareja ordinaria, o sea pulga
macho y pulga hembra. Así parece que es todo más sencillo para nuestra
sociedad.
Y respecto de los nombres, pues también resultó fácil. Como es sabido por todo el mundo, soy un fanático culé. Así que en homenaje al
juego desplegado por el Barça desde hace ya bastantes años, bautizaré a las
pulgas como Tiki la hembra y Taka el macho, que es el nombre del estilo de
juego de los azulgrana, el tiki-taka. Además, creo que estos nombres son
cercanos y cariñosos, a pesar de su sonido metálico, por lo que pienso que
gustarán a sus espectadores. Y los recordarán con facilidad, y ello hará que
hablen de mis pulgas en más de una ocasión. Y eso es bueno, porque el recuerdo
vendrá acompañado de la sonrisa.
Fase 2. Tener preparado un hogar dentro de mi casa para Tiki
y Taka.
Fase realizada.
Encontré una cajita muy linda en mi casa, creo que
perteneció a mi madre, y ese será el hogar de mis pulgas artistas.
Fase 3. Localización y selección de la pareja de pulgas.
Pendiente de inicio, aunque el Plan Estratégico está ya
diseñado.
Buscaré un perro sarnoso y pulgoso, y cuando lo tenga me
echaré a su lado al modo perruno, displicente y como ausente, con la mirada
perdida en las musarañas y me estaré a su lado hasta que unas cuantas pulgas
salten sobre mi cuerpo e inicien el proceso de chuparme la sangre. Tendré tiempo
suficiente para seleccionar la pulga más bella y coqueta de entre las del sexo
femenino, y la más musculada y fuerte de entre las del masculino. Después
negociaré con ellas sus emolumentos por ser artistas a mis órdenes y me las
llevaré a casa no sin antes agradecerle los servicios prestados al perro
pulgoso con un par de huesos lisos y morondos.
Fase 4.
El adiestramiento.
Lógicamente pendiente de la conclusión de la Fase 3.
Durará un cierto tiempo, porque pretendo la excelencia en la
doma de mis pulgas.
Saltos mortales, volteretas, arrastre de piezas, carreras a
la pata coja, disparo de cañones y armas de fuego diversas, mímica, natación,
combates de judopulgis, artes marcialpulgas, cocina exclusiva,…
Deben de convertirse en las artistopulgas mejores del mundo
y yo en el más grande de los Domadores de Pulgas existentes. Hay que tener
objetivos en la vida.
Fase 5 y última.
Decisión de lugares para la actuación.
Circos, fiestas de sociedad, estadios de fútbol, beisbol o
básquet, teatros, escuelas, hospitales, conventos, universidades,
organizaciones políticas internacionales, cruceros de lujo, obispados, el
Kremlin, el Vaticano, la Casa Blanca y la Rosada,…
Todo este planteamiento sólo tiene un problema: no se puede
realizar hasta que me haga mayor.
Y eso creo que tardará un poco, pienso, porque me sigue
ilusionando ver el amanecer, ver salir el sol, me emociona tocar con las yemas
de los dedos el rocío de la mañana sobre las briznas de la hierba de los
prados, disfruto íntimamente de la visión de la luna llena, y sobe todo cuando
la cruzan las brujas montadas en sus escobas, lloro cuando veo a las hadas
asomarse desde la frondosidad del bosque, y a los gnomos laborar en sus campos
de cereales mientras sus mujeres cocinan en sus hogares, me quedo extasiado cuando
en el roble de mi vecino corretea y gambetea una ardilla de cola negra y
cuerpecito de oro oscuro y salta sobre la nuez que la espera, y cuando vuelvo a
Barcelona me voy al mar para al
anochecer ver a las sirenas mostrar sus bellas colas escamadas a todos los que
como yo sabemos encontrarlas con la mirada.
Será lento este proceso de hacerme mayor, lo que se dice un
adulto, porque no sucederá todo de golpe, claro, como ahora mismo me sucede que
sigo amando a quien me ha dicho que no, y eso no es adulto, eso no es de mayor.
Me temo que esto va para largo, pero cuando sea mayor yo
seré Domador de Pulgas.