martes, 28 de agosto de 2012

Fuego


 Lo nombramos de muchas maneras y en muchas ocasiones y existe bajo muchas formas y para muchas aplicaciones.
Leo este verano relajado una novela que menciona la costumbre tan hispánica e incluso latina y mediterránea de pedir fuego para encender el cigarrillo y el apunte me seduce y me distrae sin darme cuenta de la lectura y hace volar mi mente a pensamientos deslavazados y desordenados sobre el fuego.

Pienso que el fuego es veloz como la amnesia y también lento como el pasar de las horas ociosas.
Rápido para propagarse en el monte y alcanzar la cima y veloz si corre en compañía del viento y lento cuando capta la atención del sosiego frente al hogar en una noche fría de invierno y el fuego trabaja poco a poco y sin ruido que no sea algún que otro chisporroteo.

Pienso en el sexo real del fuego y no en el que la gramática dice de antecederlo con el artículo masculino y pienso que el sexo es el femenino porque antes que abrasivo e incendiario e indomable y rebelde y conquistador y guerrero y luchador es inteligente y acogedor y sensible y cálido y paciente y sereno y también espiritual.
Y además el fuego tiene voluntad porque es capaz de escoger y de elegir y tomar partida como las hembras que también son solidarias como el fuego mientras el hombre contempla sus logros y sus éxitos y exhibe su porte de orgullo y su pose egoísta.

Pienso en fuegos que han merecido la fama y el reconocimiento y se conocen por su nombre como el que a los cristianos les ponen en el bautismo de fuego que es el primer sacramento de su religión y los dota con el don de la gracia y también el fuego eterno que como casi todas las cosas infinitas son castigo ahora para las almas como las de Sodoma y Gomorra que fueron por el fuego reducidas a cenizas y después para las almas impías que destinan al infierno.
Y las lenguas de fuego del día de Pentecostés que concedieron a los apóstoles el conocimiento de todos los idiomas para que propagasen el nombre de dios por todo los rincones del mundo.
Y también eterno es el fuego a la memoria del soldado desconocido como el del Arco del Triunfo de París donde un borracho se orinó encima de la llama y apagó el fuego contribuyendo con su meado a la perpetuidad del fuego de los caídos anónimos.
Pienso en el fuego etéreo que es ígneo y sutil y primitivo y divino como dios y por eso otros lo conocen con el nombre fuego celeste.
Y en el fuego fatuo de llamas pálidas que andan por el aire bailando con las almas de los fallecidos en los cementerios y en los osarios y en las fosas comunes donde moran muchos y que aunque sean para gente común que son los más comunes de la gente también son los huesos de almas de dios.
Y los fuegos artificiales que son fuegos impostores y por ello el propio fuego se dedica a las fiestas paganas de los cambios de solsticio y lanza llamas y chispas y humos que son egocéntricos y exhibicionistas.
Y el fuego del mástil de las embarcaciones de los marineros después de las tempestades o por la rudeza de ese oficio que contagia a muchos de sus hombres y por eso fecundan a las mujeres de los puertos de amarre que son sus bonitas novias de cada puerto.

Pienso en fuegos como el revolucionario que era el de Rosa Luxemburgo y el olímpico que lo es del Barón Pierre de Coubertin y el fuego michelin que es el de Ferrán Adriá y otros con gorros blancos redondos y con plisados para las cabezas para evitar pelos en sus fogones que ya tienen ricos manjares y los pelos no se deconstruyen o algo que suena así para que tú no te enteres pero pagas y sí te enteras, y el fuego inquisidor que aquellos bestias inspiradores del tirano del XX y de parte de este país prendían para las brujas que eran las adelantadas de su tiempo y el fuego burgués que es el de chimenea de piso en la capital de mármol y con fotos familiares enmarcadas en la repisa.
Y también hay fuegos traidores y fuegos lince y hay un fuego embriagador y dos importantes y algo contrapuestos que son los fuegos del amor y el fuego de los celos y el fuego del judío que surge de frotar con ansiedad y constancia las palmas de las manos con todos sus dedos aunque algún amigo mío denomina a este fuego el de los jesuitas por razones que conocemos los allí educados.

Pienso en los furiosos y dominados por la ira que echan fuego por los ojos y en los imprudentes que juegan con fuego y en las aldeas en las que labran a los animales con fuego para señalar su propiedad aunque digan que es para el cuenteo y pienso en los que están entre dos fuegos por dificultades y situaciones comprometedoras y en los americanos del partido del elefante y sus armas de fuego que ahora están con “Isaac” en Tampa.



Padilla es uno de los dos protagonistas de la novela de Roberto Bolaño titulada “Los sinsabores del verdadero policía” y en la pág.124 de la edición del Círculo de Lectores licenciada por cortesía editorial de Ed. Anagrama, S.A. le dice a Amalfitano que no existe en la lengua española frase más bonita que aquella que se emplea para pedir fuego.
“¿Me das fuego?”
Frase hermosa y serena de humilde complicidad.
Una de las pocas cosas que puede llegar a poner de acuerdo a catalanes con madrileños y a estos con los andaluces y a estos con los gallegos y a estos con los extremeños y a estos con los catalanes y a estos con los del Levante y a estos con los asturianos y así con todos.

Yo le comenté mientras leía ese pasaje a Padilla que estoy de acuerdo con él que fumar comulga a los hombres en las volutas de humo y abandonan su soledad sean de donde sean y los iguala fumen negro o fumen rubio fumen pipa o puros habanos y la comunión nace con la solicitud de fuego o el ofrecimiento de tabaco del que inicia el ritual.

Amalfitano nos relató a Padilla y mí una de las muchas anécdotas que el tabaco y el fuego aportan.
Un Coronel mexicano de la Revolución cayó en desgracia por su mala estrella y se vió ante el pelotón de fusilamiento. El Jefe de los ejecutores tuvo a bien ofrecerle un último deseo y el Coronel aceptó esa tradición latina que no de otras zonas geográficas basada y solcitó un último cigarrillo.
El Coronel extrajo de su petaca uno de sus puros favoritos y le prendió fuego. Cuando finalizó el puro toda la ceniza seguía sujeta al cigarro sin desprenderse en ninguna de sus partes.

Amalfitano reflexionó con Padilla y conmigo si eso exigía la lectura de que en ningún momento le tembló el pulso frente a su inmediata ejecución o que el tabaco tuvo efecto balsámico en el reo o que el Coronel decidió comulgar en sus últimos momentos con las volutas de su tabaco.



Pensé sin decirles nada ni a Padilla ni a Amalfitano que tal vez el fuego de su tabaco le purificó antes de emprender el último viaje y proseguí con mi lectura entorpecida por mis pensamientos con el fuego.

domingo, 26 de agosto de 2012

Miscelánea


Verano de deportes y de televisiones y de sponsors mutimillonarios.
La crisis no afecta a las arcas de los atletas ni a las televisiones que lo retransmiten todo ni a los sponsors que lo sponsorizan todo y en todas partes. No sé descubrir si los mecenas también tienen presencia en los JJ.OO. aunque tal vez sí pero deben de esconderse como luego esconden sus devengos con la Hacienda Pública aunque aquí de forma legal.
Finalizaron los JJ.OO. de Londres y empiezan pronto los Paralímpicos también en Londres.
Yo empiezo el día como todos los días de este verano, sin hacer deporte pero desayunando con la potencia de un plusmarquista mundial o como un afectado por la crisis que piensa que todo lo que coma hoy servirá para lo que no coma mañana.
Y leo la prensa entre bocado y bocado hasta que me muerdo la lengua y el interior de la mejilla y hasta el paladar: el Presidente del Comité Paralímpico Español declara en la recepción que les ofrece el Presidente del Gobierno que “van a luchar y defender lo colores de España, en este caso con ‘La Roja Coja’ ”.
Toso. Me atraganto. Me sofoco. Sudo.
¿Es un chiste? ¿Es una metedura de pata? ¿Es Freud metido en la lengua de este Presidente? ¿Es humor negro?
¿Soy excesivamente duro si pienso que este señor ostenta ese título porque algo le reporta a él y sólo a él y en el fondo el bienestar y la integración y el coraje y la superación de los disminuidos físicos le importa un rábano?
¿Puedo utilizar algún epíteto duro y sonante para definir a este individuo o me propaso en mi impresión?
Leo después que también es el máximo dirigente de la O.N.C.E, y recuerdo que en las épocas de mayor prosperidad de esta Organización sus Presidentes sufrían de alguna minusvalía por lo que a lo mejor este Presidente también y su comentario obedece exclusivamente a un especial sentido del humor.
Prosigo con mi desayuno pero más despacio para no atragantarme.
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Veinte de Julio de 1969.
Cabrils, “Zapatox”.
15 años.
John F. Kennedy preside los EE.UU. de América.
El de siempre desde que aparecí por aquí en el 54 sigue en España.
Apolo 11.
Neil Armstrong deja su huella en la luna y dice que “es un pequeño paso para el hombre y un gran paso para la humanidad”.
Barack Obama dice hoy que es el héroe más grande de la historia de los EE.UU.
Neil Armstrong ha muerto.

Cabrils. “Zapatox”. Música. El grupo y las niñas. Otras niñas que no del grupo. Otros chicos que tampoco del grupo. Rivales pues. Excesos. No veo la llegada del hombre a la luna. Por excesos. Pero era tremendamente feliz y despreocupado y me lo pasaba muy bien. Por la mañana yo también estaba en la luna. Pero la de verdad no la que enamora a las parejas y a algún poeta solitario. Mi luna era la de verdad porque era la luna de la inconsciencia. Algún día yo solo volveré a esa luna.
Igual me dejo acompañar por Carol la mujer de Neil A. que dice que cuando contemplemos la luna le guiñemos un ojo para que Neil nos devuelva el guiño. Lo haré Carol.
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Mercadillo de Puigcerdá. Domingo.
Mucho mirón y poca guita. Muchos que preguntan y pocos que piden.
Paradas de ropa y de encurtidos y de embutidos y de salazones y de ropas interiores y de flores y de animalitos de compañía pobrecitos y zapatos ahí va qué feos algunos y verduras y miel “de romaní y mil flors y del Pirineu y de taronga” y mermeladas y confituras y setas y legumbres y hortalizas y antigüedades deantesdeayer y golosinas para el niño y para la niña y “pegadolça” de muchos tipos y olivas negras de Aragón y sevillanas y verdes gazpachas de Andalucía y partías con ajos y pimiento y altramuces y chufas y plantel para la huerta… y mi compadre de la barba canosa y voz poderosa y dedos como raíces de árbol y manos callosas y uñas sucias de barro por sus cosquillas a la que tierra que así se abre y es productiva y sus  cestas de mimbre y paja trenzada con sus “rosignols i ceps i fabes i pessols i llenties i ous d’anec i de gallina que pica y…” que hace ya dos semanas que no viene.
La inspección del Trabajo hace semanas que merodea el mercadillo y él ya cobra pensión y podría quedarse sin ella porque a sus cosechas ya no las dejan que sean para el mercadillo.
Y él se ha quedado sin poder charlar con sus clientes y sin tomarse el carajillo en el Kennedy de Puigcerdá y este invierno no podrá renegar en el mercadillo por el frío que rasca las orejas y quema las yemas de los dedos y hace el payaso en la punta de la nariz.
Y yo no podré ir a comer panceta y pan con él cuando despunte el alba con un buen vaso de vino tinto que perfora el estómago pero que da un calorcito en la tripa tan entrañable como su compañía.
Como en la canción de no sé quién sólo le pido a dios que esta ausencia no perfore su alma y su soledad la siga compartiendo con sus “conreus i el seus animals de granja”.
El mercadillo seguirá.
Sin carajillo y sin panceta ni pan ni vino.
Pero seguirá con sus paradas de ropa y de encurtidos y de embutidos y de salazones y de ropas interiores y de flores y de animalitos de compañía pobrecitos y…

jueves, 23 de agosto de 2012

Pájaros del cielo


En el jardín frente a la puerta principal de la casa hay dos árboles frutales que tienen un montón de años y un montón de sabiduría y un montón de experiencia.
Conocieron a quien yo no conocí pero sí la conoció todo el pueblo porque cuando pregunté si la casa tenía algún nombre por el que fuese identificada los lugareños con años e historias que contar me dijeron que sí, que era conocida como “Cal Rosa Tete” por su antigua propietaria.
Yo se la compré no a Rosa Tet(e) que así se pronuncia y se escribe como escrito está al reproducir el nombre de la casa sino a una mujer ya entrada en años y de no muchos estudios porque firmar la escritura le costó dios y ayuda pese a que seguía las instrucciones del que parecía su hijo y que babeaba porque veía el dinero que seguro vería él y no su supuesta madre.

Nosotros, o sea mi mujer y mis hijos y yo, es decir yo, decidimos rebautizarla como “La Rauxa”  (el antónimo del “seny” catalán tan usado y tan mal utilizado) porque la adquirimos al ritmo del impulso que nos producía la sensación de que esa casa tenía Alma.
Siempre he querido poner una placa en la entrada que recogiese ambos nombres y con el siguiente orden: “La Rauxa – Antiga Cal Rosa Tete”. Lo haré algún día, se lo debo a la casa.

Los frutales del jardín frente a las dos puertas principales, la de entrada al jardín y la de la casa, son un manzano y un ciruelo tan viejos como la casa y como los valles entre los que se encuentra.
El ciruelo da una mermelada exquisita según la receta de mi vecina francesa que va camino de ser viejita y desde que empezó el camino es adorable menos supongo para sus ex alumnos de química de no sé que Escuela de Montauban al norte de Bordeaux.
El manzano regala unos frutos al horno que le gustan al “Sabonaire” de Alp que es quien se ha ocupado del mantenimiento del jardín y de la huerta y de podar los frutales trepando a ambos con sus casi ochenta años como si fuese un mozalbete y que yo no veía porque me escondía porque me daban sudores ya que tenía la sensación de que se esforzaba más de lo debido por aquello de pavonear un poco y que nos gusta a todos los hombres y a cualquier edad. El “Sabonaire” se jubiló y ahora recogerán las manzanas los nuevos vecinos que me compraron un anexo ya moderno a la casa y que además de tener dos hijos juegan como muchos “gabachos” a los bomberos los fines de semana.
A mí no me gustan esas manzanas porque son harinosas y al regalarlas quedo como muy desprendido y generoso porque que no me gustan no lo digo y sí digo que ya he comido muchas y que quiero compartirlas con ellos.
Pero el manzano me gusta mucho porque se me ocurrió un día fabricar con unas tablillas de madera y los pequeños contenedores de velitas circulares,  como las que las devotas ponen en las iglesias a sus vírgenes y a sus santos y santas y que ahora están de moda para crear ambientes íntimos en los restaurantes y en bares y en la propia casa particular, un comedero para los gorriones y tórtolas que abundan en el cielo de mi pueblo de la montaña.
Me gusta sentarme a contemplar las musarañas y como que a veces cuestan de ver me entretengo observando como los gorriones y las tórtolas y otros pájaros del cielo se acercan al comedero para con prudencia y sigilo hacerse con alguno de los granos que allí encuentran.
Ahora ya hay varios comederos y una pareja de tórtolas que siempre es la misma, o yo me lo creo porque he leído que al igual que las palomas encuentran compañía y ya no la dejan de por vida, vienen varias veces al día las dos juntitas a picotear granos.
Tal vez me gusta contemplar a las tórtolas más que a las palomas ya que son más libres y campestres e independientes y porque a lo mejor o a lo peor tengo fidelidades personales que se asemejan a las de estas aves.
Sólo me disgusta el canto de la tórtola que es árido y seco y malsonante e impropio de una ave tan peinada y tan ligera y estilizada y coqueta que gasta collar siempre negro en su cuello fino y esbelto.
El vuelo de la tórtola es también sonoro pero es rítmico en el sonido que es como un silbido que corta el aire a cada aleteo.

Hoy he ido a comprar grano para las aves libres de mi casa a un supermercado francés y me he llevado una alegría que me está elevando el ánimo todo el día y que me hace creer que existe el wabi sabi de los japoneses: el nombre del producto impreso en la bolsa de plástico de tres kilos de grano dice: “Melange de Graines  -  OISEAUX DU CIEL”.

No dice “Grano para tórtolas, palomas,…”
Tampoco dice “Grano para pájaros de jaula y otros”
Ni “Semillas mezcladas para aves semidomésticas”
Ni “Comida para palomas, tórtolas y aves similares”
Ni …

Dice exactamente y traduzco:
“Mezcla de granos  -  PÁJAROS DEL CIELO”

Pájaros del Cielo, pájaros del cielo, pájaros del cielo… y empiezo a ver ahora sí las musarañas del alma.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Crepúsculo y noche ceretana

Calor.
La canícula de este mes de agosto en las tierras centrales y de poniente es fervorosa.
En la costa bochorno y sofoco.
En la ciudad humedad y sudor.
Calor.

En la alta montaña los campos verdes amarillean y los bosques y matorrales y arbustos del sotobosque lanzan lenguas de fuego camaleónicas sobre cultivos y aposentos y cabañas de animales mientras los grillos cantan y el sol cuece la retama.
El sol es un botón amarillo cosido al azul del cielo. Su perfil es difuso por la calina que nace de la tierra y el vapor impide gozar de la Sierra del Cadí que es un fantasma de los que permanecen con su cuerpo.
Las lagartijas salen de sus escondites en el pedregal para desafiar al sol con el orgullo de su mirada y los sapos se refugian en los humedales para preservar el brillo de su piel y el solitario escorpión inicia en grupo el ritual del suicidio.
Las tórtolas lucen sus galas pardas y su collar negro bajo las hojas altas del nogal y del manzano ceretano mientras el gorrión baila esquizofrénico a su alrededor olvidando la captura de alimento para las crías que parió en resquicios de las tejas de la casa.
Calor.

El graznido estridente de un cuervo despistado aplaca entusiasmos de la canícula.
Pasa breve la sombra de un pájaro sobre la hierba del jardín.
Las golondrinas rasean el vuelo por el camino frente a las flores.
Una sinfonía de avispas se irritan con la paranoia de hallar dónde clavar su aguijón en el atardecer.

Despacio muy despacio hasta fundirse con la lentitud de un inabarcable manto que era azul y será ceniza asoman los naranjas y rojos crepusculares en la boca del Valle del Carol que vomita su río amansado y lento en la amplitud del Valle de la Cerdanya.
El crepúsculo contagia una serena y espiritual melancolía con su despaciosidad y desde el engaño de su quietud y se replica al alba para mostrar su imperfección.
Las nubes juegan con los colores y crean figuras que se anudan y desanudan y tintan la anochecida con mares y lagos y charcas que se diluyen y se emborronan.

El tenue resplandor del crepúsculo amistará con el color sésamo de las noches de verano hasta que las tres estrellas de la constelación de Orión brillen y la soledad se adueñe del alma en compañía del silencio plateado de la luna. Luna que estremece, mece y adormece. Luna que crece y mengua y desaparece y luego renace.
Oscuridad. Negrura. Sarampión de luces. Destellos.
Recuerdos de una realidad disfrazada de pesadilla que vuelan y flotan y vienen y se van y no se asientan porque hasta el amor es bello en el abismo.

Y con el velo de la luna la amanecida y el calor después de que los sueños hayan traído su consuelo.

domingo, 19 de agosto de 2012

Una historia deshilachada para un final feliz de las dos luciérnagas que conversan entre el tomillo y el cassis.

Este verano he visitado un país donde la felicidad es obligatoria.
La felicidad es un deber para todos sus habitantes sean seres de un tipo o de otro.
Y como que en todos los países las cosas están legisladas en este país se legisló que al que no es feliz lo persiguiera la Ley.
Y así es.

Hay algunos seres en otros países de otros lugares que nacen además de en pelotas y que no es Brasil sino que es desnudos con el pecado original adosado a ellos.
Pues en la misma línea en este país que yo he visitado este verano nacen con otro estigma pegado también a ellos que es el de la felicidad, y tanto si les gusta o no a pesar de no se lo preguntan serán felices toda su existencia y la Ley vela por ello aunque no tiene mucho trabajo porque la felicidad es vocación.

El país es plano y no redondo y no da vueltas a nada porque dar vueltas marea y si encima son lentas exasperan. El país sólo tiene una cara porque si tuviese dos como todas las cosas planas con independencia de la forma geométrica que tengan sería un país hipócrita y fariseo que son los que tienen dos caras y esos se avienen mal con la felicidad porque esos son unos infelices y en este país estarían perseguidos por la Ley porque como ya hemos dicho la felicidad es obligatoria.

El país feliz no tiene nombre ni bandera ni himno porque con mucha sabiduría vislumbraron que si a la bandera le ponían color rojo o azul o verde o amarillo o cualquiera de los colores de la pantonera alguien habría que no le gustaría y entonces sería infeliz y como que está prohibido sería perseguido por la Ley y vaya faena y si le ponen nombre deberían encabezarlo con la norma mundial al uso que es Monarquía o Reino o República o Unión y alguien habría a quien no le gustaría y entonces sería infeliz y como que está prohibido sería perseguido por la Ley y vaya faena, y eso vale también para el Himno y no repito lo que sucedería porque ya es sabido.

En este país feliz y plano y de una sola cara y sin nombre y sin bandera y si himno solo hay una montaña en el centro porque como es única no puede gustar más a unos que a otros porque generaría discusiones y disputas y crearía infelicidad y ya sabemos lo que pasaría cuando interviniese la Ley, que aunque hasta ahora no lo he mencionado lo que hace la Ley es eliminar al infeliz o al que presenta atisbos de infelicidad porque la Ley actúa como el ama de casa con la manzana podrida en la cesta de las manzanas.
Y también solo hay una playa porque imaginaros qué riesgo de infelicidad por disparidad de criterios si una pareja en sus vacaciones tuviese que elegir la playa donde solazarse como por ejemplo ocurre en Barcelona con la playa de Sant Sebastià o Barceloneta o Sant Miquel o Bogatell o Nova Icária o cualquiera de las otras muchas que salpican el litoral.

Y así comprobé en el país feliz que la felicidad obligatoria y no por ello impuesta aunque parezca que sí alcanza todos los ámbitos como por ejemplo el de los electrodomésticos y sus folletos de instrucciones que son fáciles de comprender y son ágiles y sencillos como lo demuestra el hecho de que después de leerlos todo funciona con corrección y te hacen como no puede ser de otra manera muy feliz.

Y comprobé también que las cosas son sencillas y no como ocurre en otros países como por ejemplo en el nuestro en el tema de la sanidad. Si vas al médico porque te duele la cabeza te receta un medicamento que en la caja dice “Dolor de cabeza”, y no colestiramina o probenecid o alfabloqueantes o propranolol o ranitidina, y como que esto causaba desazón porque te preguntabas si es que tu dolor de cabeza estaba dentro de la cajita decidieron por unanimidad universal anteceder el “Dolor de cabeza” con “Para el” en sus dos versiones de preposición y de verbo más el artículo que es precisamente ese “el”.
Y el médico no te pregunta más ni desea hurgar en la causa o en los orígenes del dolor de cabeza para darte el medicamento ya que imagínate si bucea en el origen y descubre que es por la decisión del Ministro de Cultura o de Administraciones Territoriales o el de no sé qué que dicta que no puedas hablar en la lengua que te apetece porque hay una únicasolaygrande y entonces y como es meridiano el médico ya no tiene soluciones para el dolor de cabeza porque eso además le sobrepasa cuando descubre que el Presidente del Gobierno opina igual y además empieza a sentirse infeliz y a ser perseguido por la Ley, etc.

Y ahora dejo un espacio en blanco para ti, amable lector, para que una vez hayas cerrado los ojos y hayas entrado en el país feliz escribas alguna situación, acontecimiento, hecho,… que hayas visionado en tu visita onírica a ese país feliz y que a bien seguro lo que nos narres será muy feliz y así nos instruyes más en ello.

Espacio para la descripción de la visión onírica del amable lector:









El autor agradece tu colaboración !!!


Las relaciones entre seres vivos también son felices en este país.
El apareo se produce entre seres del mismo sexo o de distinto porque qué mas da si lo que se trata es de hacer feliz a ambos participantes y si es entre seres de distinta especie pues también bien y por el mismo motivo que acabo de comentar.
Así y por ejemplo si un conejo macho se aparea con un caballo hembra y tienen descendencia el resultado es el nacimiento de un “conillo feliz” , y si es un elefante hembra con un rinoceronte macho pues lo que tienen es un “eleferonte feliz”, y si un tigre macho se cruza con un canario hembra lo que pare el canario es un “tigrario feliz” y todos felices porque todas las criaturas a pesar de algunas formas raritas son siempre un amor y un encanto.
Quedan al margen de estos asuntos los caracoles porque estos comen aparte ya que son hermafroditas y también están siempre felices porque si antes hay que aportar felicidad a dos en este caso es sólo a uno y es más fácil.
Las crías que tienen las llaman “caracoles felices”.

Una lectora avispada me comentaba el otro día que las gusanitas de la luz de la historia de “Esta noche una luciérnaga optimista charla con otra pesimista” no debían de ser de este país feliz ya que el final era algo infeliz por lo menos para una de las gusanitas.

Pues sí, eran y son de este país, porque como que la Ley de la felicidad es implacable a un médico cirujano de los de las cosas claras y receto para lo que incordia sin  buscar orígenes que enturbian y dificultan la comprensión decidió intervenir quirúrgicamente al sapo para extraerle la luciérnaga de la luz que estaba vivita porque emitía luz y la operación fue sencilla y satisfactoria entre otras cosas porque la propia luz de la luciérnaga iluminó al cirujano en su intervención feliz.

Creo pero esto no sé si lo pienso yo en mis duermevelas porque luego duermo a pierna suelta y lo que ocurre en mi cabeza es desconocido para mí que esa luciérnaga se sacó de encima el estigma del pesimismo y hoy dedica su existencia a convencer a otros y otras pesimistas de que por ese camino no se ilumina nada y por consiguiente no es ni siquiera conveniente.

Ahora es feliz !!!

¿Y el sapo? El sapo también se quedó feliz y encantando porque la intervención fue como una de cirugía estética en su panza y así el sapo se encontró más esbelto y bello y muy feliz.

jueves, 16 de agosto de 2012

Receta de Pan de Pagés con aceite y sal a la Brasa. (Receta de un amigo).


Se presentó como se presenta. Un día cualquiera aunque creo recordar que de fin de semana. Se presentó para cenar en “Casa Carolina” y en noche de invierno. Frío. No vino solo. Se presentó con acompañante: un pan de pagés creo que de 1 kg. Su presencia no nos extrañó ni a mí ni a mi mujer ni a nuestros hijos. A fin de cuentas se presentó como otras muchas veces se presentaba.
Saludó y se fue a la cocina. Partió el pan de pagés exactamente por la mitad y al modo de como se prepara un bocadillo. Con los dos pedazos resultantes, la tapa y lo que es tapado, procedió a apuntar unos tajos sin acabar de cercenar el pan. Aproximadamente tres en un sentido y otros tres perpendiculares a los primeros. Si con el cuchillo hubiese finalizado la operación de cortar el resultado habría sido unos perfectos tacos de pan de payés, dieciséis tacos en la tapa y otros dieciséis en lo que es tapado.
Solicitó sal de mesa. Se le concedió. Espolvoreó de sal ambas partes del pan de pagés. Demandó aceite. Se le otorgó. Con la aceitera roció de aceite ambas partes del pan, el que tapa y el que es tapado procurando que el oro líquido se introdujese por las incisiones efectuadas con el cuchillo.
Observó el hogar. Ardían los leños encendidos con la corteza de los eucaliptos y los acunaba una brasa de varias horas.
Cogió el atizador del fuego. Nadie le dijo que no lo hiciese. Con el hierro dispuso algunas brasas en forma de lecho y sobre ellas una parrilla.
Nos pareció que debíamos dejarle hacer.
Encima de la parrilla situó los dos pedazos del pan de pagés, el que tapa y el que es tapado, primero con la corteza arrimada a las brasas y luego vuelta del revés. Los volteó varias veces en un intento de que el tostado fuese uniforme. Los tostó poco. Ligeramente. Se podría decir que calentó los pedazos del pan de pagés.
Los retiró de las brasas y con una panera de mimbre los trasladó a la mesa.
Recomendó aprovechar las incisiones del cuchillo para con las manos hacer realidad los anteriormente insinuados tacos de pan, y así consumirlos.

No nos dejó otra alternativa: había que felicitarlo. Felicidades, amigo !!!

Recuerda que desde ese día cada vez que hagamos tu receta te recordaremos.
Y así lo haremos en otoño, invierno, en la fresca primavera, pan de pagés reconfortante, íntimo, caliente, de nuestro amigo de “Casa Carolina”.

A ti, amigo, te decido estas breves palabras: El buen cocinar está emparentado con la buena poesía, y pocos cocineros se empadronan en el país de las ideas.

sábado, 11 de agosto de 2012

Esta noche una luciérnaga optimista charla con otra pesimista

Iluminan la rocalla de la que nace el tomillo todas las noches de agosto junto a las matas de cassis obsequio de mi vecino francés para mermelada y en medio de a veces flores Reina Margarita y este verano “clavell de moro” naranja y amarillo.
Hace calor y calima de cigarra y la escasa lluvia de la tarde de goterones gordos y pesados y pastosos empeoran las sensaciones que son de horno para el cocido de la masa del pan.
Calma chicha perturbada en la lejanía por algún que otro ronquido profundo y lento de alguna nube con ganas de destacar en el sosiego que invade el Valle.

Conocí ese breve resplandor que parpadea al movimiento y criterio del cuerpo que lo transporta las noches de sudor y humedad pegajosa de la cordillera del litoral del Maresme barcelonés, en su diálogo y en su  destello al cobijo del avellano y del níspero y de las higueras de “Can Casas” en Cabrils y bajo la protección de la gran encina callejera que dividía con su presencia las calles que rodeaban la casa familiar.

Aquí en la Cerdanya francesa pero como la otra catalana la pareja de luciérnagas parece sentirse feliz en su condición de gusanitos de luz y al amparo del tomillo y bajo el hierático y solemne dominio del macizo del Cadí.

De pequeño la diversión era cogerlas para que la lucecita verde brillase en la palma de la mano. Esta noche seca y cuarteada sólo quiero escuchar su conversación de brisa y admirar la linternita escondida entre hojas de menta y algún despiste de perejil.

Escucho a una de las gusanitas de luz, ¡que bonito así, que duro luciérnaga! que esta noche es la de Sant Llorenç y que si el viento se lleva a pasear a otra región a las nubes podrán ver la lluvia de estrellas y será precioso porque cada vez que atisbe una algo le pedirá en secreto antes de que apague su luz y seguro que se lo concederá.
La otra gusanita dice que su amiga es una ingenua porque no es cierto que sea una lluvia de estrellas sino que son las lágrimas de Sant Llorenç y a esas no se les puede pedir deseos porque las lágrimas son de tristeza y sólo se acompañan de malos acontecimientos o augurios venidos o venideros.
Pero la optimista reía y replicaba que las cosas son como quieres que sean y que ella prefería lluvia de estrellas porque ella misma y sus compañeras eran luces de neón que son propias de las estrellas.
Argüía la gusanita pesimista que qué tontería cuando se quiere ser lo que no se es porque ellas no son más que escarabajos por mucha lucecita que su abdomen emita. Y por eso lágrimas porque su condición no es otra que la de un simple escarabajo de entre los miles de miles que hay entre todas sus variedades.
Para convencer a la agnóstica la gusanito optimista le susurra con la calidez de la noche calurosa que una de las cosas que le pedirá a la estrella de Sant Llorenç más bonita que divise será para su amiga y compañera y cuando ese deseo se realice no le quedará más remedio que aceptar que es posible aquello que se anhela con el corazón.
Se ríe la incrédula y decide acabar la conversación porque quiere resguardarse mejor porque dice tener miedo que una de las lágrima de la tristeza y de la penuria y de la desgracia no sea la venida sino la venidera y a ella se le asigne por Sant Llorenç.

Se inicia la lluvia de ¿las estrellas? ¿las lágrimas?  y la gusanito jovial y alegre y dicharachera y de alma noble y buena divisa una preciosa estrella que refulge en su viaje por el cielo y le explica en voz baja y en secreto que no es necesario que colme de parabienes a su amiga ya que ya disfruta de un tesoro único en seres de la tierra como es la linterna verde de su propio cuerpo aunque tal vez sí pueda ayudarla a gozar y lucir con humildad la belleza de su lucecita eterna.

Ella dice que tampoco quiere nada porque acaba de llegar un gusanito macho que parece que quiere cortejarla y su obligación es atenderlo porque es su luz quien le ha buscado y es por ello que a su respuesta debe cortesía y atención.

Observa estos sucesos la gusanita deprimida con tanto desdén que no cae en la cuenta de que un sapo está a punto de saciar su apetito con una escarabajo de luz que no cree en las estrellas sino en las lágrimas de la pena y la desgracia.

Cuando fue de nuevo a su encuentro la gusanita risueña de alma limpia y clara descubrió una tenue luz verde tras la fina piel de la panza de un sapo que roncaba como las nubes satisfecho después de su banquete.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Tapioca

 Ayer fue un día de tapioca.
El día era claro y soleado pero mi cabeza estaba como una sopa espesa.

Paseamos con mi hijo menor y su esposa y su hija por el Paseo Marítimo de Barcelona, desde Sant Sebastià y hasta Somorrrostro, ida y vuelta, como las ideas flash que me surcaban el pensamiento durante toda la mañana que también eran de ida y vuelta, ideas que se escondían en las esquinas y aparecían de nuevo y se sentaban en un café y acompañaban el vaivén de las olas en la orilla y a veces no aparecía el flash porque había demasiada intensidad de luz como para necesitar ayuda.

Se me ha mezclado todo en el pensamiento como si mi cabeza fuese un gazpacho.
Gazpacho efímero como el aluvión de pensamientos entrecortados, inacabados y sincopados y revueltos.

Cincuenta y siete días desde el nacimiento de Paula y hasta la muerte de su abuela. Convivencia de explosión de vida y decadencia fulminante.
Tres años desde el fallecimiento de mi madre el siete del ocho del nueve. Caída mortal de su cabeza de alzheimer desde su lecho isabelino.
Regreso de la amiga que me acompaña desde que me abandonaron las mujeres de mi vida. Sentimientos contradictorios.
Celebración íntima de los ochenta años de mi padre y muerte de paz y en silencio al pasar mañana sin cenar tortilla de patatas. Derrame cerebral rápido y sigiloso.
Ostras de hospital para Nochebuena devoradas con la avidez del cuerpo que ya no se sabe y mente difusa y diluida. Mirada errante y lacrimal agotado.
Nueva explosión de vida y Susanita grita y llora y berrea con sus pulmones  de fuego y de Quijote desde Castilla La Mancha. Diabetes maternal.
Bimatrimonio por ser segundo para ambos de Juan y María, yo padrino y ponente de recuerdos de infancia y juventud y amistad como mástil en el punto más alto de la montaña.
Futuro de jubilación y carestías del desánimo de una sociedad caduca y corrupta. Los valores han fracasado y su fracaso nos ha arrastrado a la ciénaga del egoísmo y a la sordidez de la ceguera y la sordera.

Al anochecer busco el centro del pensamiento plano y abandonar los pensamientos relámpago que aran sensaciones en la viscosidad del cerebro y en la materia del cuerpo.
Permanece flotando en el interior y en el halo del exterior una sensación de tristeza que invade con sopor y aletarga el ser.
Pero hoy esa tristeza es diferente porque es serenidad de balsa de aceite que favorece la aceptación y que permite otear la lejanía con ánimo renovado.
Esta tristeza es feliz.
Esta tristeza es de relámpago de flash.
Esta tristeza debe conquistarme porque permite construir.

lunes, 6 de agosto de 2012

Valerie

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Hace unas mañanas de verano se me ocurrió ir a "Mas Franc", una Masía en la población francesa de Bena, en la montaña encima de Enveitg y al que se accede por una  carreterita desde el mismo pueblo de Enveitg.

El camino es magnífico, estrecho pero asfaltado y repleto de casitas de montaña o de pueblo tangentes  a la carreterita que te lleva hasta Brangolí y Bena, ya en el altiplano y una vez superada la línea más alta del monte.
Son pueblitos pequeños y de escasos habitantes llenos de silencio y sosiego y tranquilidad, tranquilidad que en invierno es pétrea y helada y congelada porque las nieves y el hielo son sus compañeros.

Casi todas las casas tienen junto a la puerta principal algún estandarte de la zona en cerámica adosada a la fachada de la casa, zonas que son el Valle de la Cerdanya, el Languedoc Rousseillon o el propio pueblo de Enveitg que es uno de los tres pueblos con más sol al año de toda Europa junto con Prullans y Ger en la Cerdanya Sur. Estandartes orgullo de pertenencia.

Allí en Bena vive una mujer que conocí hace unos años, Valerie, que decidió en su día hacer vida de campesina y vive del campo y de alquilar alguna habitación a la gente que desea vivir de la soledad y el silencio.

Le he llevado una mermelada de ciruelas de mi casa, y ella me ha regalado una confitura de cassis de su huerta y dos botes de frambuesas con cerezas salvajes del bosque  y me ha dicho que vuelva la próxima semana que tendrá más mermeladas para mí.
Yo le he dicho que serán para una amiga, y le ha encantado saber que tengo una amiga y eso que no le he había contado nada porque ella ya sabe que tengo una amiga sin que yo le explique nada.

Voy a verla unas dos veces al año, no más, y charlamos poco: sólo me pregunta como estoy, yo le digo que bien, y ella dice bien, bien. Luego yo le pregunto cómo está ella, no contesta, y me enseña sus mermeladas y me mira con curiosidad y con su sonrisa y yo también la miro y le sonrío.
Luego nos despedimos.

En esta ocasión y después de responder bien, bien, como un golpe de mazo directo y certero me preguntó:
- ¿Vas superando tu ausencia?
Me costó reaccionar porque nuestra relación es escasa y sólo de mermeladas y miradas y sonrisas frágiles apáticamente dibujadas.
- ¿Cómo lo sabes?
- Lo veo en tus ojos. Perdieron la picardía y se entelaron por la pesada grasa de la nostalgia y la pena y eso te impide ver en la lejanía y fija la mirada en tu propia cercanía.
- Sí.
- Comprobarás que lo que te lo digo es cierto si te miras un buen rato en un espejo; dejarás de reconocerte y verás a un extraño al otro lado porque mirar un espejo es mirar lejos y tú perdiste esa facultad.
- Sí, y sonreí con labios de mermelada y mirada frágil y dibujada con apatía.
- Busca la pimienta de tus ojos y el sebo que generas y que habita y se acurruca en tu mirada desaparecerá.
Eso te aportará serenidad, aceptación y felicidad y podrás contagiar a otros con la mermelada de tus ojos.

Y calló y sonrió.
-    
Pensé que sus manos de piel cuarteada y morena y de uñas sucias del campo y la tierra movían sus palabras con agilidad y dulzura y que esos rudos y preciosos dedos acariciarían con suavidad de seda los cuerpos amados.

Respeté su nuevo silencio y sólo pensé que por qué aparece ella o yo sólo en verano y cómo se las debe apañar en los inviernos duros y fríos y congelados y cómo debe recorrer esa caminito jalonado de casas de montaña y de pueblo y colonizado por la nieve y el hielo y árboles blancos y desnudos algunos.

Luego nos despedimos como con una sonrisa, puede que algo maliciosa y pilla por su parte y cálida y agradecida por la mía.
En esta ocasión levanté mi bolsa de plástico con sus confituras a la altura de mi cabeza a modo de despediday ella adelantó la mano con su pote de mermelada de ciruelas de mi casa.

Volveré, Valerie, volveré con pimienta en mi mirada.

jueves, 2 de agosto de 2012

Alitas de pollo de Tarancón

 Tarancón. Cuenca. Castilla La Mancha.

Equidistante entre las capitales de la provincia de Cuenca y de Madrid.
En esa población de aproximadamente 17.000 habitantes, de los cuales la mitad son gitanos portugueses y moros, vive y trabaja mi hijo (¿será entones taranconero mi hijo según las tesis de Jordi Pujol a pesar de nacer en Catalunya y de familia catalana?) y mi nuera (taranconera de raíz y cepa) y da sus primeros pasos mi nieta (conquense por nacimiento en el Hospital de Cuenca y en el futuro el Pujol de turno ya nos dirá de dónde es).

En Tarancón, como en muchos otros pueblos y ciudades de Castilla La Mancha y de todas partes de este país roto y disléxico y envidioso y de chusqueros y de zonas profundas y de otras meridionales y de chorizos y de políticos de tres al pelo y con más pecados capitales que los siete que se citan como principales, hay muchos bares.
Dicen que los bares son todos iguales pero no es verdad porque en los bares de Castilla La Mancha cuando pides una caña te sirven la caña y una tapa que no cobran para acompañar a la cerveza y eso no se hace en otras zonas ni en los bares que son iguales pero no es verdad porque la tapa si la quieres la pagas.

Las tapas son de lo más variado y variopinto, ya que te pueden poner patatas chips o fritas o calamares romana o mollejas o asaduras o riñones o boquerones o ensaladilla rusa o cachitos de lomo de Orza o aceitunas de Campo Real o alitas fritas de pollo o pimientos asados o incluso, si te conocen por ser cliente habitual, se permite que escojas la tapa y esa que solicitas te la sirven para acompañar a la cerveza, y si repites caña y vuelves  a repetir y ya van tres, pues tres tapas que te regalan y te regalas al estómago y al gaznate.

Antes de empezar el año1954 la Química Grünenthal comercializó un fármaco denominado “Contergan”, basado en el fármaco denominada talidomida y que favorecía la conciliación del sueño, y ayudaba a pacientes con resfriado o tos o asma o dolor de cabeza o incluso con ansiedad.
La misma Química en 1954 experimentó con ratas y conejos y gatos y perros y descubrió que no había ningún síntoma de intoxicación y sí efectos  de sedación poderosos.
En sus investigaciones constataron que su producto sin efectos nocivos en animales y con grandes prestaciones como sedante podía ayudar a las hembras humanas cuando sufren de mareos y vómitos y nauseas y malestar general en los tres primeros meses del embarazo.
Y empezaron a comercializar su combinado químico para embarazadas en el año 1958.
En el año 1963 autoridades mundiales de la sanidad prohibieron el fármaco ya que verificaron que un número elevado de embarazadas que habían consumido el producto para evitar en los primeros tres meses los mareos y vómitos y nauseas y el malestar general parían criaturas con malformaciones congénitas ya que carecían de pies o manos o bien estas terminaciones de las extremidades surgían directamente del tronco.
Fue lo que denominó “El desastre de la Talidomida”.

En el Bar “El siete blanco” de Tarancón y con nombre impuesto por el dueño fanático seguidor del jugador de fútbol Butragueño también sirven cañas con tapa incorporada.
Desde hace un tiempo la tapa favorita de los parroquianos no pueden servirla porque ya no tienen alitas de pollo y por consiguiente no pueden ofrecer alitas de pollo fritas.
En la explotación de pollos a la que adquirían las alitas de pollo se declaró una revolución.
El gallo o pollo Jefe, que era el de la cresta más roja y con las alas de mayor envergadura cuando en el gimnasio le hacían extenderlas para medirlas y además seguidor del eterno rival del equipo en el que jugaba el futbolista Butragueño siete blanco, leyó “Rebelión en la Granja” de Georges Orwell.
Y decidió actuar.
Y decidió que Pepe el del “Siete Blanco” no serviría más alitas de pollo frititas aunque no se sabe bien si tomo la decisión por respeto a la dignidad de su raza o porque él era del equipo máximo rival del de Pepe del “Siete blanco”.
Su plan que no necesitó ser aprobado por ninguna Asamblea ya que él era el líder de la democracia parlamentaria de la Granja consistía en contactar con la Química Grünenthal y convencerlos con argumentos de solidaridad y de respeto a la diversidad de los pueblos y a sus creencias y religiones para que le vendiesen Talidomida, aunque fuese en Mercados alternativos pero que eran justos por la causa social a la que se destinaría el objeto del comercio.

Y así fue como todos los pollos de las embarazadas pollas de la Granja proveedora del Siete blanco nacían sin alas que son sus extremidades superiores y de esta manera Pepe el del “Siete Blanco” se quedó sin sus alitas y otras tapas tuvo desde entonces que servir a sus clientes que debieron de acostumbrase a consumirlas y a olvidarse las alas de pollo fritas.
Y esto se conoce en Tarancón y los pueblos colindantes con Tarancón como “El desastre de las alitas de pollo y la Talidomida”.